Conocido como la Gorgona, este primarca se caracterizó por ser un maestro herrero capaz de fabricar armas únicas y veneradas. Fue quien fabricó la espada Filo de Fuego para su hermano Fulgrim, y este a su vez le regaló el martillo Rompeforjas.
Cuando los primarcas se esparcieron por la galaxia Ferrus acabó en el planeta Medusa un planeta duro e inhóspito poblado por gente recia. Ferrus no se mezcló con los habitantes, y al contrario que muchos de sus hermanos vago por el planeta en busca de retos físicos que endurecieran y perfeccionaran su cuerpo. Durante este periodo se enfrento a la sierpe necrona conocida como Asirnoth, que para destruirla tuvo que sumergirla en un lago de lava, provocando que la necrodermis del necrón se fusionara con las manos de Ferrus.
Después de este encuentro Ferrus se unió a las tribus de Medusa y los habitantes empezaron a prosperar tecnológicamente. Poco después apareció en el Emperador y después de un gran combate este se unió a su padre en la Gran Cruzada y tomó el mando de la legión de las Manos de Hierro.
Durante la Gran Cruzada Fulgrim y Ferrus estrecharon lazos convirtiéndose en verdaderos hermanos. Lucharon juntos codo con codo y su amistad creció. Pero durante la Herejía, Horus encargó a Fulgrim que convenciera a Ferrus para unirse a ellos. En el salón de Ferrus, ambos primarcas lucharon y fue en este combate cuando Ferrus destruyó la espada que había forjado para su hermano. Fulgrim dejó inconsciente a Ferrus y, aunque no mató a su hermano, huyó con Rompeforjas.
Más tarde, Ferrus, en pleno conflicto de la herejía fue a Itsvaan V, junto al capítulo de los Salamandras y la Guardia del Cuervo. Allí se enfrentó de nuevo a su hermano, que esta vez portaba una espada demonio. En una última batalla, Ferrus murió decapitado por Fulgrim, que definitivamente cayó en la corrupción del Caos buscando la manera de aliviar su dolor al matar a su amado hermano.
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